Cuando nos vamos haciendo viejxs está muy mal visto tener relaciones eróticas, masturbarse etc. Esta dimensión es negada a personas mayores, que no pueden disfrutar como lo hace cualquier otra persona. Aunque es verdad que la mentalidad va cambiando poco a poco, aún queda mucho por hacer.
No se pueden negar una serie de cambios corporales y fisiológicos con el paso de la edad, pero ello no impide que se pueda seguir disfrutando de las relaciones eróticas.
Algunos de los cambios que se producen en mujeres y hombres con pene son: la fase de excitación tiende a exigir más tiempo, al igual que la erección. Esta posiblemente no sea de igual dureza que cuando se era joven. La fase de resolución (desde que ocurre la eyaculación hasta que el pene vuelve a su tamaño habitual) suele ser más breve, y acostumbran a tener una fase refractaria más larga. La eyaculación puede ser menos imperiosa y con menos líquido seminal…(estos son solo algunos de los cambios que se pueden producir)
Por otro lado, lxs hombres y mujeres con vagina pueden tener los siguientes cambios con la edad: puede pasar que se necesite más tiempo para la lubricación vaginal y se lubrica en menos cantidad, dando lugar a la sequedad. Las paredes de la vagina se vuelven más delgadas y menos elásticas, el clítoris puede disminuir de tamaño pero ello no indica que la estimulación sea menor…
Que haya cambios con la edad no significa que ya no se pueda disfrutar y vivir(se) como uno desea. En el caso de la sequedad, por ejemplo, un lubricante lo soluciona. Los hombres y mujeres con pene tienen unos procesos más lentos con respecto a cuando eran jóvenes y esto puede favorecer enormemente las relaciones eróticas, ya que la sexualidad del hombre o mujer con pene joven es rápida, urgente; la de la mujer y hombre con vagina se asocia a una sexualidad más lenta. Hay menor preocupación por embarazos no deseados y un largo etc. de pros que tiene la sexualidad y su expresión en personas mayores.
Hay que disfrutar de las relaciones eróticas a cualquier edad si se quiere y vivir(se) como uno desea. Los cambios no significan más que un modo diferente de disfrutar, de hacer las cosas o de vivir(se), no necesariamente tiene que ser peor.